Statement on behalf of the Group of 77 and China by H.E. Mr. Rodrigo Malmierca Díaz, Minister for Foreign Trade and Foreign Investment of the Republic of Cuba, at the General Debate of the Fifth United Nations Conference on Least Developed Countries (Doha, Qatar, 6 March 2023)

Your Excellencies,

I am honored to make this statement on behalf of the Group of 77 and China.

I wish to begin by conveying the profound gratitude of the G77 and China to the Government of the State of Qatar for hosting this Fifth UN Conference on Least Developed Countries. We deeply appreciate the efforts and commitments of the Qatari Government in support of the Least Developed Countries.

We meet today at a time of extremely critical juncture, in which developing countries face multiple challenges, particularly those concerning economic and social recovery from the aftermath of the COVID-19 pandemic, enormous financial and debt difficulties, rising food prices, escalating climate emergency and an unbalanced economic order that perpetuates inequalities and poverty.

It is totally unacceptable that the least developed countries, which are among the most vulnerable, still today continue to have the most limited productive capacity, insufficient fiscal space, have experienced a widening in their macroeconomic imbalances and rising levels of external indebtedness, together with less access to technologies, which definitely hampers their development in all areas. Half of the least developed countries underwent continuous food emergency for at least 13 consecutive years over a period of 42 years (1981-2022), which also has a severe impact on the well-being of their populations.

It is inconceivable that, although LDCs account for less than 4% of the world’s total greenhouse gas emissions, they are at the forefront of the climate crisis. In the last 50 years, 69% of global deaths from climate-related disasters occurred in LDCs. This situation cannot continue. We are facing an inequality crisis in which 46 countries comprising 14% of the world’s population risk being left behind, while in the last 10 years, the richest 1% of humanity has cornered more than half of all new global wealth. This is simply unacceptable.

The implementation of the Doha Programme of Action is an important step in the right direction. However, its timing coincides with the final years of action to achieve the 2030 Agenda and its SDGs, which will require a renewed global partnership, real solidarity and means of implementation at the level of LDCs’ requirements.

As a first step, access to Covid-19 vaccines and treatments cannot continue to be a challenge for LDCs. We must adequately and timely provide safe, quality, effective and affordable vaccines for this group of countries.

Secondly, we must confront the unsustainable debt burden in many LDCs and take urgent and necessary measures to reduce the debt situation if they are to return to normalcy. Immediate actions such as debt relief and restructuring, reallocation of unutilized Special Drawing Rights (SDRs) and a new allocation of SDRs are necessary.

Thirdly, it is imperative that developed countries meet their ODA commitments. These countries must fulfill their historic commitment to allocate between 0.15% and 0.20% of their GDP to ODA for the least developed countries.

The LDCs’ process of graduation to a higher stage must be re- evaluated to ensure the sustainability of the progress achieved in each case. It is unreasonable for LDCs, once graduated, to stop receiving specific treatment when their vulnerability is still evident. This is in line with the urgent need to measure sustainable development beyond GDP. Graduated LDCs would not face this reality if developed countries were to fulfill their commitment to contribute 0.7% of their GDP to Official Development Assistance, which is still a mere pipe dream today.

Fourthly, we need to enhance technology transfer and capacity building, as well as technological and scientific cooperation from developed countries to LDCs to promote sustainable development in its three dimensions and the full implementation of the 2030 Agenda.

We need to consolidate their involvement in global economic, social, environmental decision-making processes and address the structural problems aggravated by the current unjust economic order.

The G77 and China reiterates its solidarity with the least developed countries and reaffirms its willingness to resolutely support the implementation of the Doha Programme of Action within the framework of the South-South Cooperation and as a supplement to the cooperation to be undertaken by our developed countries partners.

I thank you.


DISCURSO EN NOMBRE DEL GRUPO DE LOS 77 Y CHINA POR EL EXCMO. SR. RODRIGO MALMIERCA DÍAZ, MINISTRO DEL COMERCIO EXTERIOR Y LA INVERSIÓN EXTRANJERA DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN EL DEBATE GENERAL DE LA QUINTA CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS PAÍSES MENOS ADELANTADOS

6 de marzo de 2023, Doha, Qatar

Excelencias,

Es para mí un honor pronunciar esta declaración en nombre del Grupo de los 77 más China.

Deseo comenzar expresando la profunda gratitud del G77 más China al Gobierno del Estado de Qatar por acoger esta V Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados. Apreciamos profundamente los esfuerzos y compromisos del gobierno catarí en apoyo a los Países Menos Adelantados.

A nombre del Grupo de los 77 más China traslado nuestras profundas condolencias y solidaridad a los gobiernos y pueblos de Siria y Turquía afectados por devastadores terremotos que causaron la pérdida de decenas de miles de vidas, damnificados y cuantiosos daños materiales.

Nos reunimos hoy en una coyuntura extremadamente crítica, en la que los países en desarrollo se enfrentan a múltiples retos, en especial los relativos a la recuperación económica y social de las secuelas causadas por la pandemia de la COVID-19, las enormes dificultades financieras y de endeudamiento, el aumento de los precios de los alimentos, la escalada de la emergencia climática y un orden económico desequilibrado que perpetúa las desigualdades y la pobreza.

Es totalmente inaceptable que los países menos adelantados, que se encuentran entre los más vulnerables, todavía hoy continúen teniendo la capacidad productiva más limitada, un espacio fiscal insuficiente, hayan aumentado sus desequilibrios macroeconómicos y experimentado un incremento en sus niveles de endeudamiento externo, junto a un menor acceso a las tecnologías, lo cual definitivamente impide su desarrollo en todos los ámbitos. La mitad de los países menos desarrollados experimentaron una emergencia alimentaria continua durante al menos 13 años consecutivos en un período de 42 años (1981- 2022), lo que también tiene graves repercusiones en el bienestar de sus poblaciones.

Es inconcebible que, aunque los PMA representan menos del 4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, estén en la primera línea de la crisis climática. En los últimos 50 años, el 69% de las muertes mundiales causadas por desastres relacionados con el clima se produjeron en los PMA. Esta situación no puede continuar. Nos enfrentamos a una crisis de desigualdad en la que 46 países que comprenden el 14% de la población mundial corren el riesgo de quedarse atrás, al tiempo que, en los últimos 10 años, el 1% más rico de la humanidad ha acaparado más de la mitad de toda la nueva riqueza mundial. Esto es simplemente inaceptable.

La aplicación del Programa de Acción de Doha es un paso importante en la dirección correcta. Sin embargo, su calendario coincide con los últimos años de acción para alcanzar la Agenda 2030 y sus ODS, lo que requerirá una alianza mundial renovada, solidaridad real y medios de implementación al nivel de los requerimientos de los PMA.

Como primer paso, el acceso a las vacunas y los tratamientos contra la Covid-19 no puede continuar siendo un reto para los PMA. Debemos proporcionar de forma adecuada y oportuna vacunas seguras, de calidad, eficaces y asequibles para este grupo de países.

En segundo lugar, debemos hacer frente a la insostenible carga de la deuda en muchos PMA y tomar medidas urgentes y necesarias para reducir la situación de endeudamiento si queremos que vuelvan a la normalidad. Son necesarias acciones inmediatas como un alivio y la reestructuración de la deuda, la recanalización de los Derechos Especiales de Giro (DEG) no utilizados y una nueva asignación de éstos.

En tercer lugar, es imperativo que los países desarrollados cumplan sus compromisos de AOD. Estos países deben cumplir su compromiso histórico de destinar entre el 0,15% y el 0,20% de su PIB a la AOD para los países menos adelantados.

El proceso de graduación de los PMA a una etapa superior debe ser reevaluado para garantizar la sostenibilidad de los avances logrados en cada caso. No es razonable que los PMA, una vez graduados,

dejen de recibir un tratamiento específico cuando su vulnerabilidad es aún evidente. Esto está en consonancia con la necesidad de medir el desarrollo sostenible más allá del PIB. Los PMA graduados no se enfrentarían a esta realidad si los países desarrollados cumplieran su compromiso de aportar el 0,7% de su PIB a la Ayuda Oficial al Desarrollo, lo que todavía hoy sigue siendo una quimera.

En cuarto lugar, tenemos que aumentar la transferencia de tecnología y la creación de capacidad, así como la cooperación tecnológica y científica de los países desarrollados a los PMA para fomentar el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones y la plena aplicación de la Agenda 2030.

Tenemos que reforzar su participación en los procesos mundiales de toma de decisiones en los ámbitos económico, social y medioambiental y abordar los problemas estructurales agravados por el injusto orden económico actual.

El Grupo de los 77 más China reitera su solidaridad con los países menos adelantados y ratifica su voluntad de apoyar decididamente la aplicación del Programa de Acción de Doha en el marco de la Cooperación Sur-Sur, y como complemento a la cooperación reforzada que deberán realizar nuestros socios de los países desarrollados.

 

Muchas gracias.

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